Según el director, Timothy Potts, esta pieza abrirá una ventana a factores relevantes en toda obra de arte, como la injusticia, los prejuicios y el abuso


Con motivo de la reapertura del Museo Getty de Los Ángeles el pasado 21 de abril, tras el cierre a raíz de la pandemia del COVID-19, se presenta ante el público la obra “Lucrecia” de la pintora barroca Artemisia Gentileschi. Según el director del Getty, Timothy Potts, esta pieza “abrirá una ventana a factores relevantes en toda obra de arte, como la injusticia, los prejuicios y el abuso”.

La pintura representa la historia de una joven de la Antigua Roma, hija del político Espurio Lucrecio y esposa del también político Lucio Tarquinio Colatino. Lucrecia fue violada por Sexto Tarquinio, el hijo del rey Lucio Tarquinio el Soberbio. Después de que la joven contase lo acaecido a su padre y su esposo con la esperanza de que estos llevasen a cabo una venganza contra el rey, se clavó un puñal en el pecho (es precisamente este momento el que retrató Gentileschi en el cuadro). Estos sucesos fueron clave en la caída de la monarquía y el establecimiento de la República Romana.

Es más que probable que, para Artemisia, esta no fuese una obra más, dado que ella había sufrido una suerte parecida a los 18 años. Fue violada en el taller de su padre, Orazio Gentileschi, por el pintor Agostino Tassi, quien aprovechó la ausencia del primero para perpetrar la fechoría. La joven artista no denunció los hechos hasta un año después por miedo y vergüenza. El testimonio de Gentileschi fue cuestionado por la justicia y, aunque finalmente Tassi fue condenado al exilio, este episodio marcaría para siempre la vida y la obra de la artista, quien volcaría su dolor en sus pinturas.

Artemisia Gentileschi llegó a pintar hasta cuatro versiones conocidas de la historia de Lucrecia. En la primera de ellas la protagonista, con un rostro contraído de rabia y dolor, se agarra con fuerza el pecho con la mano derecha, mientras que con la izquierda yergue el puñal. Esta pintura se conserva en una colección privada de Milán. Otra de las versiones, ubicada en Viena, muestra una expresión más melancólica y relajada con el puñal en posición horizontal. Otra pintura que se encuentra en Postdam, representa la escena de la violación, justo en el preciso momento en que Lucrecia, desnuda e indefensa, es amenazada por Sexto Tarquinio.
La recientemente adquirida por el Museo Getty, sin embargo, muestra a una protagonista más inocente, envuelta en una atmósfera de oscuridad y dramatismo más íntima.