Economista de profesión y fotógrafa de vocación, la artista coruñesa Álex Ferro, sorprende con proyectos que exudan gamberrismo, concienciación y sensualidad.
Después del reconocimiento internacional con “Mama Mía. Otras miradas al cáncer de mama”, vuelve a ofrecer imágenes potentes, donde el hilo conductor es la mujer empoderada, desafiante y provocadora.

Álex Ferro
Álex Ferro

Fue reconocida como Fotógrafa Emergente Gallega 2015 y actualmente ha sido seleccionada por Photoespaña para formar parte de la exposición «Desde mi balcón» en su ciudad.

Acostumbrada a ser rechazada en sitios expositivos y redes sociales por el carácter explícito de sus fotografías, la autora señala que no cejará en su empeño de representar la realidad, lejos de los velos que a veces la definen.
Ferro se define, por encima de todo, como una buscadora incansable de historias que a veces tiene la suerte de plasmar en imágenes.


Pregunta. Tu obra, en su totalidad, se cimenta sobre los relatos de la vida de otras mujeres. ¿Siempre tratas de reflejar una realidad o en ocasiones la construyes?

Respuesta. En ocasiones trato de homologar lo que existe, como en el caso de mi proyecto “Mama Mía. Otras miradas al cáncer de mama”, donde a través de imágenes -a veces incisivas- trato de suscitar una reacción serena y lograr, por parte del observador, una mirada sostenida a una realidad que existe y golpea. Una realidad que yo misma he sufrido, pues me diagnosticaron cáncer de mama en 2010.
Por el contrario, en otras ocasiones, disfruto construyendo escenarios, imaginándome situaciones e historias que posiblemente tengan que ver con un relato de redención. Y es que la fotografía me ayuda a descubrirme y reencontrarme desde un lugar muy sanador.
En cualquier caso, me interesa plantear proyectos con vocación de generar preguntas, independientemente de que estén basados en la realidad, el artificio o en una declaración personal.

P. ¿Qué perfil de mujer buscas para tus retratos?

R. Busco tantos perfiles como personalidades existen, aunque es posible que no busque ningún perfil, sino una actitud. Una actitud abierta a lo desconocido, al igual que supone para mí el estar frente a una persona que inicialmente desconozco.
Y es que me fascina el proceso creativo, pensar las imágenes antes de hacerlas… ¿Y por qué no? A veces también me gusta comprometer al sujeto, porque la gente siempre puede dar más de lo que ofrece aparentemente. Es como si les estuvieras robando algo, su intimidad, su identidad personal;  o los estuvieras situando en un expositor.  Supongo que no es fácil posar, y el trabajo de esa facilidad corresponde al fotógrafo, que ha de ser creíble, cercano y confiable. Me apasiona conocer historias, conocer a personas, disfrutar de la experiencia del rato vivido con la persona fotografiada. Todo ello ayuda a ofrecer un documento visual muy rico.

El arte se niega, porque en muchos casos quien lo gestiona no es neutral. No tiene la capacidad de aceptar diferentes ideologías a la propia, lo que deviene en una sociedad aborregada, adormecida, tremendamente pobre

P. Hace poco escribíamos en Negromundo sobre la cruzada que están llevando a cabo las redes sociales, concretamente Instagram y Facebook, contra la fotografía de desnudo. Tú perfil en estas plataformas ha sido eliminado en varias ocasiones, ¿has tirado ya la toalla en este sentido?

R. En esta sociedad la verdad se niega. El arte se niega, porque en muchos casos quien lo gestiona, o quien está por encima de quien lo gestiona, no es neutral. No tiene la capacidad de aceptar diferentes ideologías a la propia, lo que deviene en una sociedad aborregada, adormecida, tremendamente pobre.
El arte se merece una protección cualificada, y es nuestro deber ejercer de activistas denunciando situaciones incoherentes o discriminatorias, realizando campañas de concienciación o haciendo uso de plataformas al respecto. No nos podemos rendir jamás.

P. ¿Entiendes que tu fotografía pueda incomodar a alguien?

R. Mi fotografía es el soporte donde expreso mis emociones y mi discurso, y lo hago honestamente, desde la motivación, la curiosidad y la autocrítica. Pero el objetivo de una imagen es provocar, entendida la provocación como la consecución de un sentimiento que muchas veces no tiene por qué ser igual al del fotógrafo… Y es que la imagen pertenece siempre al espectador. Cada persona interpretará una imagen en función del bagaje que lleve en su mochila, y eso hará que su reacción sea una u otra; eso es perfectamente entendible y respetable.

P. Tu serie de fotografías “Mama Mía. Otras miradas al cáncer de mama” ha tenido una repercusión muy fructuosa, tanto en el territorio nacional como internacional. Esto es todo un logro sabiendo que juegas en desventaja a la hora de mostrar tu obra debido a la censura de las redes sociales. ¿Cómo lograste llegar a tanta gente?

R. El cáncer de mama, a diferencia de otros tumores, tiene efectos muy visibles, sobre todo después de la cirugía, lo que juega un papel muy importante en la identidad individual de la persona, por ello a nivel social y mediático se le presta una gran atención. Creo que precisamente por ello, ha sido un proyecto muy escuchado por diferentes instituciones y medios, permitiéndose a sí mismo abrirse paso en museos, galerías u hospitales tan reconocidos como el Ramón y Cajal, el cual la ha recomendado.
No obstante, y a colación de la pregunta anterior, también me he encontrado con negativas a la hora de ceder espacios donde exponer esta obra, por tratar sobre un tema que podría, así me lo han hecho constar, herir sensibilidades.

P. ¿Qué aconsejas a los artistas que utilizan las redes sociales para mostrar su trabajo?

R. Actualmente, las redes sociales son absolutamente necesarias y esenciales, no solamente para comunicarse, sino también para dar a conocer trabajos y proyectos. Sin embargo, están cimentadas sobre un pilar peligroso: la inmediatez, y eso hace que no reflexionemos sobre lo que vemos. Nos han convertido en “consumidores caníbales de imágenes”… ¡La ausencia de likes provoca tristeza digital! Hay que vivir también el fracaso. Es importante para crecer y trazar un adecuado plan de vuelo. Sólo los buenos fotógrafos perdurarán. Aquellos motivados por la calidad, los buenos proyectos, la honestidad y la coherencia.

Las redes sociales están cimentadas sobre un pilar peligroso: la inmediatez, y eso hace que no reflexionemos sobre lo que vemos. Nos han convertido en consumidores caníbales de imágenes

P. Comentabas en tu presentación que mantener tu pensamiento libre, sin convencionalismo ni protocolos es complicado. ¿Qué acciones sueles llevar a cabo para liberar tu mente?

R. Liberar la mente no es fácil. El cerebro no es como un cajón que vaciar y llenar a nuestro antojo. Factores como la ansiedad o el estrés a veces te hacen sentir frustrada, agotada o simplemente sin ganas para acometer nada; pero afortunadamente, pocas veces me siento así.  Soy optimista y dinámica por naturaleza y mi mente siempre está en continuo movimiento. Ahora mismo estoy realizando un curso de Fotografía del MOMA, y como viajera vocacional que soy, diseñando mi próximo plannig de viaje.

P. Te defines como buscadora incansable de historias, ¿cómo sueles encontrarlas?

R. Creo firmemente en la frase “todo es interesante, desde tu propia habitación”, como decía Cartier Bresson. Las historias están ahí, dispuestas a ser encontradas, solamente basta con tener bien abiertos los ojos; vivir con curiosidad. Pero los “encuentros” también hay que ejercitarlos. Estamos rodeados de posos culturales: la arquitectura de nuestras calles, los conciertos de música a los que asistimos, la pintura renacentista que hemos conocido a través de los libros escolares… Todo ello, la vida misma, me inspira, y a veces tengo la suerte de encontrar en ella historias que consigo plasmar en imágenes.

P. ¿Recuerdas alguna pesadilla de cuando eras niña?

R. Mi mente está siempre en continua ebullición, y eso se plasma también en mis sueños, aunque no recuerdo ninguna pesadilla en especial; suelo estar inmersa en aventuras.Durante un tiempo he intentado trasladar a una libreta que tenía en la mesilla todo lo que acontecía en mi cabeza por la noche, pero era tan agotador que desistí (risas).

P. Cuéntanos lo que quieras.

R. Aspiro a mantener la pasión y la curiosidad por todo lo que me rodea, manteniendo la esperanza en la existencia de un sistema que apueste seriamente por el sector artístico visual, o por proyectos como Negromundo interesados en mostrar sin censura ni restricciones trabajos en los que el artista muestre su alma y esencia. Enhorabuena por la revista y muchas gracias por vuestra generosidad.


Sitios oficiales de la artista:

https://www.instagram.com/alexferro_photography

www.expomamamia.org