La cámara principal en la que descansa el cuerpo del emperador sigue sin haber sido abierta


Cuando el pequeño Zheng llegó a este mundo, allá por el año 260 a.C., la tierra que hoy conocemos como China estaba dividida en una amalgama de estados feudales continuamente en guerra.  De entre todos ellos el estado de Quin era el más poderoso, en parte debido a la tradición guerrera y la filosofía legalista. En el año 247 a.C. el joven Zheng accedió por línea hereditaria al trono de Quin, y desde bien temprano se propuso acometer la tarea de unificar china y acabar con el feudalismo.  Continuando con la tradición guerrera de su tierra fue sometiendo uno a uno a los estados independientes hasta tomar el último de ellos, el Estado de Qi. Fue entonces, con 38 años, que se autoproclamó primer emperador de China.

Fue también conocido por su intensa labor edilicia, levantando redes de caminos y carreteras que favorecieron los intercambios y el comercio, así como la integración y unidad de los diferentes estados. Con la misma intención, su primer ministro Li Si, elaboró un nuevo sistema de caracteres basado en el que se utilizaba en Quin y fue impuesto en todo el territorio de forma obligatoria, junto con un nuevo sistema de pesos y medidas. Asimismo, construyó un gran muro más allá del Río Amarillo para defender el imperio de agresiones externas, el llamado “muro de diez mil li”, una colosal obra que formaría parte de la Gran Muralla China y que granjeó al emperador fama de brutal entre sus propios gobernados por la dureza de su trato y carácter.

Guerreros de terracota dentro del Mausoleo de Qin Shi Huang en China

Zheng, ya  conocido como el Emperador Qin Shi Huang, murió en el año 210 a.C., se dice que en un viaje que emprendió buscando las legendarias islas de los inmortales  y la vida eterna. Mientras vivía, Quin Shi Huang dedicó 38 años a la construcción de un enorme mausoleo que albergara su cuerpo tras su fallecimiento.  El Mausoleo tiene una superficie superior a dos kilómetros cuadrados y todo el conjunto alcanza los sesenta kilómetros.  Para su construcción se dice que trabajaron cientos de miles de personas,  probablemente una exageración que debió pasar al imaginario colectivo.  Lo cierto es que en esta obra colosal se han encontrado hasta  8.000 guerreros perfectamente representados,  y que aún hoy, la cámara principal en la que descansa el cuerpo del emperador sigue sin haber sido abierta. El historiador antiguo Sima Qian asegura que el cuerpo del fastuoso emperador está situado en una cámara que reproduciría la china conocida entonces y donde el cuerpo del emperador estaría rodeado por ríos de mercurio.

«Arqueólogos y conservadores no se ponen de acuerdo en la mejor forma de acceder a la cámara, pues ello podría producir importantes e irreparables daños en su interior«

Arqueólogos y conservadores no se ponen de acuerdo en la mejor forma de acceder a la cámara, pues ello podría producir importantes e irreparables daños en su interior que se pretenden e vitar. Así las cosas el cuerpo del emperador sigue descansando en paz y en cierto modo sus guerreros de terracota  continúan brindando su protección.

En España tendremos en no mucho tiempo la oportunidad de aproximarnos un poco más a tan magnífico episodio de la historia a través de la observancia de una muestra temporal de guerreros de terracota que viajaran con todas las garantías y medidas de seguridad hasta el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ)   entre el 29 de abril y el 31 de octubre de 2021. Una visita obligada para cualquier amante de la historia, el arte, o la arqueología.