El discurso de la artista versa sobre el sexo, el género, la corporalidad y las emociones en clave de humor
El trabajo de Sandra Torralba no tiene cabida en Facebook, ni en Instagram. No al menos en su totalidad; pues su discurso versa sobre el sexo, el género, la corporalidad y las emociones en clave de humor la mayoría de las veces. No es una novedad que casi todas las plataformas son cortapisas para mostrar el cuerpo desnudo, dejando el trabajo de muchísimos artistas relegado a los suburbios de la red. Instagram y Facebook son unas de las ventanas a través de las cuales los artistas emergentes pueden mostrar su trabajo y darse a conocer sin la dificultad de tener que buscar algún lugar en el que les den la oportunidad de exponer su obra.
Torralba lleva 12 años practicando la fotografía y a la creación audiovisual, aunque anteriormente se dedicaba a algo muy diferente: era psicóloga, terapeuta y trabajadora social, especializada en el ámbito de la salud mental aguda y la violencia de género. No obstante, y lejos de lo que pueda parecer, su dedicación a las artes visuales está muy unida a su anterior faceta en el campo de la salud mental.
Su proyecto Estranged Sex ha sido tratado y expuesto en España, Nueva York, Miami, República Checa y Alemania. Por otra parte, la artista sigue, paralelamente, otra línea de trabajo más próxima a la fantasía y la escenografía, creando atmósferas sombrías.
Negromundo. Fuiste psicóloga terapeuta y trabajadora social especializada en violencia de género y salud mental aguda. Ahora te dedicas a algo muy diferente; la fotografía y otros proyectos audiovisuales. ¿Qué ocupación te llena más?
Sandra Torralba. Diría que sin duda la creación audiovisual, pero recuerdo que antes también era bastante feliz. Supongo que cada profesión ocupó el momento justo en mi vida, y creo que no son cosas que se toman y se dejan, sino que siempre están ahí y son parte de ti. Cuando pienso en qué es lo que me gustaba desde pequeña siempre encuentro las artes; quería ser escritora, actriz de teatro y acróbata. Hacía fotos, películas a base de frames fotográficos en los que dirigía a mis amigos. En algún momento me volví muy académica, quería entenderlo todo. Durante ese tiempo es cuando estudié y trabajé de terapeuta y trabajador social. Me parecieron profesiones hermosas aunque fueron años muy duros. Me rodeaban el dolor mas absoluto y las tragedias odiosas. Con los años y el peso de sus historias me sentía densa. Así que sin darme cuenta fui retomando la fotografía como vía de sublimación y escape. Mediante la creación audiovisual podía trabajar y exteriorizar lo que sentía y volver a jugar y sentir placer. Y sin darme cuenta se lo comió todo. Lo que hago ahora me hace más feliz y me divierto infinitamente más. Pero todo lo que aprendí, viví y sentí sigue conmigo, ayudándome a construir el discurso que represento en mi trabajo.
«Lo que hago ahora me hace más feliz y me divierto más. Pero todo lo que aprendí de mi etapa anterior me ayuda a construir el discurso de mis obras»
NM. Tratas temas como la sexualidad, el género, la corporalidad y las emociones desde el humor “siempre que se puede”. ¿Cuándo no es posible hacerlo con humor?
ST. Parece una tautología pero no es posible hacerlo cuando no lo consigo. A veces hay cosas que me hieren profundamente y necesito más tiempo para conseguir tratarlas desde el humor y no desde el drama. Hay temáticas que he abordado en un momento de mi vida y re abordado después con más gracia. Porque con el tiempo he podido pensarlas, entenderlas, aceptarlas y desde ahí es mas fácil tratarlas con humor. He reflexionado sobre si hay temas sobre los que no se puede hacer humor y encuentro que hay temas que yo no he sido capaz de abordar críticamente desde ese prisma. Pero he visto esos mismos temas trabajados por otros con humor y ternura, así que no sé si existe algún tema que no se pueda. Y poder y deber no es lo mismo. En este sentido pienso en la película Happiness (1998), una comedia oscura donde había un tipo que era pederasta y violador. Para mí el humor no es una cuestión de “quitar hierro” o minimizar el concepto, sino que es un ejercicio de conceptualización e inteligencia y una forma de decir lo mismo sin tratar de destruir al otro.
NM. ¿Es el humor tu forma de burlarte o satirizar la censura de las redes sociales?
ST. El humor es mi forma preferida de abordarlo casi todo, más que nada por dos motivos: el primero, porque el mensaje llega mejor y el segundo, porque es mas difícil. Veo el humor como un reto. Pero es una herramienta en mis manos, como lo es el desnudo o el erotismo. Son herramientas para un fin, no un fin en sí mismo. El fin es el mensaje, lo que quiero contar, ya sea un discurso o una emoción, y todo en la imagen trabaja para ese fin; ya sean el estilismo, la pose, los elementos de la escena, el humor o su ausencia. La censura en las redes sociales es algo que me afecta directamente, pues deja más de la mitad de mi trabajo fuera, aunque lo que más me preocupa de las mismas es lo que esas normas representan. La censura del cuerpo femenino, por ejemplo, es un posicionamiento ideológico que no se puede dejar sin réplica, no porque yo no pueda enseñar el mío, sino por el mensaje que legitima y las dudas que surgen. Instagram cerró mi primera cuenta por mostrar una imagen de mi hijo de 7 años al lado de su amiga de la misma edad, ambos en vaqueros y topless. La foto decía: “¿Cuándo le cuento que su cuerpo es diferente?”. Creo que eso es algo por lo que merece la pena pelearse.
«Veo cómo se silencia y censura la sexualidad de las personas, permitiendo su expresión sólo en el acto sexual. Como si uno fuera por la vida dejándose los genitales en casa»
NM. Pareces no estar muy de acuerdo con la sociedad en lo referente al tratamiento de la sexualidad. ¿Cómo crees que debería entenderse o tratarse?
ST. Siempre he sentido que se ha enrarecido lo que es natural y que se han normalizado elementos muy raros. Dentro de esa desnaturalización del sexo y normalización de lo raro se construye mi trabajo, que trata de plantear mediante imágenes extrañas preguntas abiertas para la reflexión compartida. Veo cómo se silencia y censura la sexualidad de las personas, permitiendo su expresión sólo en el acto sexual como si uno fuera por la vida dejándose los genitales en casa, compartimentando en cajas las cosas. Yo creo que nuestros cuerpos y nuestra sexualidad están presentes en todas las esferas de nuestra vida y no entiendo la presión constante por esconderlo y controlarlo. Se persigue que el ser humano sea una máquina, sin olores, sin pelos, sin enfermedades, sin emociones contradictorias, negativas, sin ambivalencia, ni dudas. Y creo que todo eso nos aliena. Así que en mi trabajo trato de recuperar todo eso, lo que nos hace patéticos, vulnerables, sucios, brutos, animales, seres que desean, chupan y sienten. Eso es lo más bello para mí, lo más natural, lo único que siento cierto.
NM. Los menores son usuarios potenciales de Instagram, ¿dónde consideras que debe establecerse el límite de lo publicable?
S.T. La censura y la penalización no me parece que funcionen. Creo que es más útil educar el pensamiento crítico que prohibir las cosas. Los menores acceden a contenidos muy macarras y nadie les acompaña. Prohibirlos no impide el acceso a los mismos, lo que se consigue es que accedan solos y sin apoyo ni ayuda, en la oscuridad y sin posibilidad de confrontar las realidades a las que acceden, negociarlas, construirlas o elaborarlas. Pensemos en la pornografía, su fácil acceso y la proliferación infinita de contenidos extremos. El menor va a acceder a ellos con sus colegas casi con toda certeza, y sin el contrapunto de un discurso crítico o alguien con quien procesar lo que está viendo, terminará con una visión muy distorsionada de la sexualidad.
A nivel práctico en Flickr existía la opción de hacer la cuenta +18 y de decidir si veías o no veías contenido +18. Siempre me pareció un acierto. No es algo que ayude al pensamiento crítico, pero es una medida de protección al menor y también despenaliza elementos no penalizables a mi modo de ver, como el desnudo o el erotismo. Pero lo que me parece peligroso de los límites establecidos por las redes, no es que haya límites en sí mismos. Puedo vivir con límites con los que estoy en desacuerdo: voy a casa de alguien que tiene sus normas y las respeto, si no me gustan no vuelvo y si me compensa las acepto. Lo que me parece peligroso es el mensaje de discriminación que promueven y lo que esos límites legitiman o prohíben.
«Los menores acceden a contenidos muy macarras y nadie les acompaña. Prohibirlos no impide el acceso a los mismos, lo que se consigue es que accedan solos y sin apoyo ni ayuda»
N.M. Se censuran los pezones femeninos, pero no los masculinos.
S.T. Es un tema al que siempre he dado vueltas. Yo aceptaría que no se puedan mostrar siempre y cuando no se muestre ninguno. No es porque alguien haya sexualizado el pezón femenino, que éste tenga la culpa y deba ser cubierto. Esa es la lógica de culpar a las víctimas del abuso y de los movimientos que esconden a las mujeres en el hogar o bajo la ropa. Y además, es discriminación en estado puro. Cuando las normas de comportamiento abarcan temas amplios y dinámicos, deberían ser revisadas. Porque, ¿cuándo empieza un pezón a ser femenino? Como he dicho, me cerraron la cuenta por la foto de mi hijo con una amiga y sus pezones era idénticos. ¿Estamos diciendo que esa niña ya debe cubrirse? ¿Cuánto debe cubrirse una mujer por ser mujer?
Por otro lado, ¿qué hacemos con el pezón de una mujer trans, qué hacemos con el pezón de una persona que no se identifica ni como hombre ni como mujer sino género fluido? ¿Qué hacemos con el pezón de un hombre travestido? ¿Qué hacemos si no cuadran las categorías? Nos explota la cabeza. Lo femenino es un constructo, no una realidad tangible, por eso que sus limites son tan cuestionables como anti éticos. Así considero que deberían poner los límites, que como empresa privada decidan, pero estos deberían ser coherentes y sobre todo éticos.
NM. ¿Se refleja tu faceta como psicóloga en tu trabajo?
ST. Sí, creo que se refleja en todo.
NM. ¿Bajo qué criterios decides si un proyecto lo llevas a cabo mediante vídeo o, por el contrario, mediante fotografía?
ST. Hay cosas que me vienen a la mente en forma de foto y otras en forma de narrativas en movimiento. No es una decisión consciente, es como las imagino. Ahora bien, hacer vídeo es más complejo y tengo varios proyectos pendientes en esta área, porque a veces lo que imagino no sé cómo llevarlo a cabo.
NM. ¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito tu proyecto Estranged Sex?
ST. Creo que porque es divertida, bruta y en general habla de temas en los que queremos reflexionar.
NM. ¿Es difícil encontrar modelos dispuestos a llevar a cabo tus ideas cuando son de índole sexual?
ST. En general me considero muy afortunada. Me apoya gente que cree en mi discurso con pasión y que es capaz de viajar para ayudarme a sacar un proyecto adelante. Me gusta que salga mi familia y amigos porque lo hace todo mas bonito y personal, y creo que el hecho de que en mis fotos salga quien quiera salir anima a gente que nunca ha posado a contactarme para participar. La dificultad en mis fotos, no obstante, no radica en la representación de un acto sexual, sino en el desnudo. Lo que cuesta es que la gente se anime a mostrarse desnuda, los hombres si se muestra el pene y las mujeres si sienten que no son hermosas, que no se adecuan al canon estético actual.
NM. ¿Recomiendas a algún o alguna artista con mucho talento pero poco reconocido?
ST. Michaela Stark ( @michaelastrark en Instagram ). Creo que es de lo mas inteligente hermoso y potente que me he encontrado ultimamente.
NM. Cuéntanos lo que quieras.
ST. Como creo que si sigo voy a acabar escribiendo una trilogía, sólo quiero daros las gracias por vuestro trabajo, por ayudar a mover el arte y el discurso de artistas tan enormes como los que habéis entrevistado. ¡Muchas gracias!
Sitio oficial de la artista: http://www.sandratorralba.com/